sábado, 24 de junio de 2017
viernes, 12 de mayo de 2017
Venus de Urbino
Fecha: 1538
Estilo: Renacimiento Italiano
Material: Oleo sobre Lienzo
Características: 119 x 165 cm
Ubicación: Museo Galería de los Ufizzi
La Venus de Urbino es una obra pictórica realizada en óleo sobre lienzo por el Artista renacentista Tiziano Vecelio más conocido, simplemente, como Tiziano (1477- 1576).
La obra fue producida durante la estancia del artista en la corte de Urbino como encargo del hijo del duque de la ciudad, Guidobaldo della Rovere.
Esta obra representa una figura femenina muy sensual que aparece desnuda en un lujoso lecho en que esta escena está ambientada en el interior de una lujosa edificación palaciega de Venecia. Al fondo dos sirvientas que rebuscan en un arcón ropero de tipo nupcial.
La joven de cabello largo y voluptuosas formas, aparece completamente desnuda pero tapando con una mano su sexo por lo que nos encontraríamos ante una venus púdica. Como único adorno porta una bella pulsera de brazalete y unos pendientes de lágrima. Aparece recostada sensualmente, con la mirada fija en el espectador y en su brazo derecho sostiene un ramillete de flores. A sus pies la figura de un perro descansa plácidamente, el perro desmitifica la posibilidad de asemejar a la joven con una diosa, la hace carnal, humana. Por otro lado su simbología se relaciona comúnmente con la fidelidad aunque en este caso aparece dormido por lo que se puede interpretar como un guiño al adulterio.
El centro de la composición està situado en el puvis de Venus. El cuadro està dividido en tres partes:
- En el primer plano està representada Venus.
- En el segundo estan las criadas.
- Al fondo la ventana abierta hacia el exterior.
El realismo de la composición viene acentuado por el detallismo con el que el artista plasma cada detalle. El palacio veneciano esta ricamente decorado, las baldosas cuidadosamente colocadas guían la mirada del espectador hacia la segunda habitación y la columna del ventanal actúa como punto de fuga. La composición aparece dominada por la figura horizontal de la muchacha que contrasta con el verticalismo del cortinaje y la presencia de la columna del ventanal.
En el siglo XVI se recomendaba colgar los cuadros con desnudos en la habitación de los esposos, le atribuía un poder mágico a las imágenes, creían que si la mujer miraba una bella imagen en el momento de la fecundación le trasmitía la belleza al hijo.
Pese a ser la primera Venus pintada por Tiziano su maestría y calidad no tiene duda, de hecho la Venus de Urbino será el modelo de otra de las Venus más famosas de la historia del arte La Olimpia de Manet.
Tiziano estaba influenciado por la corriente Manierista, la pintura es decorativa se puede contemplar en los detalles del decorado, el erotismo està muy presente, utilizan los colores para crear contrastes iluminando a los personajes importantes como en este caso la Venus.
CONCLUSION; Esta pintura se encuentra relacionado con el matrimonio utilizando varios elementos representados que muestran elementos relacionados con la fidelidad.
viernes, 28 de abril de 2017
Historia del arte 2 Tarea 1
Cátedra
Roma, Santa Balbina. Cátedra del siglo XIII
Definición:
Cátedra palabra que deriva del latín cathedra que sirve para nombrar al sillón en que se sienta el obispo en los oficios litúrgicos. A lo largo de la historia también han recibido el nombre de cátedras los confesionarios y las sillas de coro,
Historia:
Historia:
Se han encontrado ya cátedras episcopales en las catacumbas. En las primeras basílicas y durante
la época románica estuvo la cátedra en el fondo del ábside o de la capilla, puesta sobre gradas.
cátedra de moisés
Ostentaba rica ornamentación formada con relieves cuando la silla era de mármol, con
incrustaciones de marfil si tenía madera. De este tipo es la cátedra del Papa en la Archibasílica de
San Juan de Letrán en Roma. Al trasladarse el coro al medio de la catedral, se trasladó también la
cátedra del obispo. Desde el siglo XIV, la cubre un dosel de respeto. Del baldaquino o palio como
trono de los obispos habla Inocencio III como ornamento litúrgico usado en su siglo XII.
Se han dado también sillones móviles con las funciones y honores de cátedras, como son las sillas
curules romanas o sillas tijera.
De esta última clase es la cátedra de San Pedro que se venera en el
Vaticano dentro de un monumento en forma de enorme trono, en el ábside, y que la leyenda dice
que regaló a San Pedro el senador Pudente. Otros eran sillas gestatorias con anillas laterales por
donde pasaban unos fuertes barrotes horizontalmente para llevarlas sobre los hombros.
De la
forma curul es la silla de San Ramón, obispo de Barbastro que se guarda en la antigua catedral de
Roda.
Los confesionarios pueden contarse dentro de las cátedras antes del siglo XVI, cuando consistían
en un sillón con respaldo alto. La invención de la forma que tienen ahora puede atribuirse a los
Padres de la Compañía de Jesús. En las catacumbas hubo confesionarios idénticos a las cátedras
episcopales.
Por otra parte, el pueblo romano veneraba una verdadera cátedra de madera ya en el siglo IV y
mucho antes en la que, según la tradición inmemorable, se habría sentado el Príncipe de los
Apóstoles.
Esta veneranda y preciosa pieza se conserva en el Vaticano, sustancialmente en la misma forma
original. Se le añadieron al correr de los siglos algunos adornos para enriquecerla, pero sin cambiar
su estructura.
Es una gran silla o trono de madera de encina formada por una caja cuadrilátera de unos 89
centímetros de ancho por 78 de alto hasta el asiento, con unos pilares en los ángulos y un respaldo
o dosel terminado por un tímpano triangular. Tiene en los pilares unas anillas para poder ser
fácilmente trasladado.
En el cuadrilátero frontal anterior, debajo del asiento, la enriquecen tres
hileras de seis casetones cada una con sendos marfiles incrustados de oro, muy antiguos. Los que
también adornan el dosel son aún de mayor antigüedad y seguramente tallados especialmente
para esta cátedra.
Durante toda la Edad Media estuvo visible y fue muy venerada.
En un principio habría estado en
Santa Prisca, en el Aventino, en el lugar donde, habría residido el apóstol. El papa San Dámaso, en
el siglo IV, la trasladó al baptisterio del Vaticano por él construido. Al levantarse en el siglo XVI la
actual imponente basílica Vaticana, se creyó conveniente guardar como una reliquia la veneranda
cátedra. Bernini, el último gran arquitecto de las obras, emplazó en el fondo del ábside un
grandioso altar barroco que tiene, a manera de imagen principal, una colosal cátedra de bronce,
sostenida por ángeles y que es el relicario que custodia la antigua silla del apóstol.
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